NO PUDIERON VIVIR SIN CARICIAS…
Durante el siglo XIX, más de la mitad de los lactantes recluidos en las clínicas morían durante el primer año.
En estos años había una conocida enfermedad denominada «maracasmo» asociada a la debilidad o atrofia infantil.
Luego en la segunda década del siglo XX la tasa de mortalidad de los lactantes en Nueva YORK, como en otras partes del mundo era de más del 90%.
En Filaelfia, durante una reunión con la Sociedad Americana de Pediatría por la preocupación de estas estadísticas, analizando las experiencias vividas de todos los Pediatras que asistieron llegaron a una importante conclusión.
Los bebes ingresaban a las clínicas y una vez ahí el personal tenía solo ordenes de alimentarlos y cambiarlos, higienizarlos pero también tenían ordenes explicitas de NO PROVEERLES AFECTO, no podían hablarles, ni acariciarlos, ni estableces contacto afectivo alguno.
Uno de los participantes de la Junta el Dr. Frits Talbot de Boston quien importo desde Alemania la idea de «cariño y Ternura» no solo en la palabra si no también en la práctica.
En su viaje a Alemania visito una clínica infantil de Dusseldorf, en la cual se encontró con una anciana que llevaba a un BB en sus brazos. Le pregunta al Director de la clínica quien era ella, a lo cual respondió: «ella es la vieja Anna. Cuando medicinalmente ya no podemos hacer mas nada acudimos a ella, y nunca falla»
Mientras que en Norteamerica se trabajaba bajo las recomendaciones del profesor de pediatria Luther Holt quien recomendaba la abolición desde la cuna , no tomar en brazos al BB cuando lloraba y alimentarlo en horas predeterminadas, no mimarlo, y aunque la lactancia materna era a elección se recomendaba el uso del biberón.
Ante esto, aplicar métodos cariñosos era poco científico.
Pero Luego de la segunda guerra mundial se comenzó a estudiar las causas del Maracasmo y donde pudieron comparar que las familias más pudientes, con más alcance a la medicina, terminaban perdiendo a sus hijos, y las familias con menos recursos que tenian un contacto mas afectivo además de solo los cuidados esenciales, de la alimentación y el aseo eran las familias que lograban mantener a sus bebés con vida.
«LO QUE FALTABA EN ESTOS LUGARES ESTERILIZADOS DE LOS BBS DE LA CLASE ALTA ERA EL AMOR MATERNO»
A finales de 1920 los hospitales pediátricos comenzaron a incorporar ciudades maternales en sus pabellones. Ahora era obligación que las cuidadoras debían sostener a los bebés en brazos, pasear con ellos y ofrecerles cuidados maternales varias veces al día.
Gracias a estos cambios la vida de muchos Bebés estuvo a salvo.
«Todo niño necesita que lo abracen, lo paseen, lo mimen, lo acaricien, el calor, el contacto pien con piel incluso aunque no los amamanten, solo el contacto, las caricias, las miradas, el afecto, son las experiencias tranquilizadoras básicas que el lactante debe disfrutar para sobrevivir de forma saludable»
EN MEMORIA DE TODOS ESOS Bebés QUE NO PUDIERON SOBREVIVIR SIN CARICIAS, Y MEMORIA A ESAS MAMAS, A ESAS MUJERES QUE NO PODIAN EMPODERARSE.
By Mar Bueno.